Una de las cosas que aprendí durante el embarazo es que no hace falta, en absoluto, invertir en productos milagrosos para las estrías.
Hay que reconocer que una parte muy importante la hace nuestra genética y constitución, pero la otra parte está de nuestra mano siendo constantes en la aplicación de una buena hidratación desde el principio, el único secreto en este caso es la constancia.
Estas recomendaciones son útlies en el caso de las personas que estén subiendo o bajando de peso, en estos casos la piel también se estira y si se hidrata bien se evitarán las estrías, que no dejan de ser roturas de la piel, una vez que han aparecido tienen difícil solución, asi que lo mejor es prevenirlas.
Estas recomendaciones son útlies en el caso de las personas que estén subiendo o bajando de peso, en estos casos la piel también se estira y si se hidrata bien se evitarán las estrías, que no dejan de ser roturas de la piel, una vez que han aparecido tienen difícil solución, asi que lo mejor es prevenirlas.
Contaré las dos opciones que utilice para hidratar y nutrir la piel durante el embarazo y que me han sido realmente efectivas:
Una es hacer una preparación de crema corporal y aceites hidratantes:
Se trata de mezclar en un tarro:
- Leche corporal (preferiblemente libre de parabenes)
- Aceite de almendras dulces (De venta en herbolarios y farmacias).
- Aceite de rosa mosqueta (De venta en herbolarios)
La cantidad de cada producto depende de lo untuoso que se prefiera la mezcla final, más o menos se puede calcular que por cada parte de crema podemos añadir 1/4 de los aceites.
Otra opción es utilizar la crema mundialmente más conocida y vendida durante generaciones: Nivea.
Eso sí, el formato clásico, el tarro azul.
En el mercado existen además muchísimas opciones de cremas antiestrías, especiales para el embarazo... eso sí, las cremas anticelulíticas están desaconsejadas en esta etapa.
En mi caso puedo decir que no recurrí a ninguno de estos productos, ni siquiera en el posparto.
Dónde aplicarlo: lo más aconsejable es aplicarlo en toda la barriga, laterales de la misma, cintura, zona baja de la espalda, pecho, caderas y muslos llegando incluso hasta las rodillas.
Cuándo aplicarlo: como mínimo dos veces al día, por la mañana y por la noche.
En mi caso alterné ambas opciones, por la mañana me aplicaba la mezcla de crema y aceites y por la noche la nivea. En fundamental empezar desde el primer día y no dejarlo para cuando el embarazo esté ya avanzado; y sobretodo ser constante, por mucha pereza que dé untarse cada mañana y noche ese "unguento", que, hay que reconocerlo, tarda un poquito en absorberse, y que por las mañanas que ya de por si una se levanta cansada después de pasar toda la noche "fabricando" un bebé, y que además se tiene una prisa terrible por salir corriendo al trabajo, pues lo que menos apetece es dedicar unos minutos a masajearse la barriga como si el reloj y las prisas no existieran.
Pero la verdad es que compensa y que realmente da muy buen resultado, hay que pensar que cuando salga en bebé nadie querrá tener su barriga cual balón de playa deshinchado....